domingo, 3 de abril de 2011

Latín

Los que estudiamos el Bachiller antiguo, dimos dos años de latín. Yo, la verdad, era un estudiante de los mediocres tirando a malos. Y aquellos dos cursos de latín no me aprovecharon nada. Recuerdo a don Luis haciendo desesperados esfuerzos porque aprendiéramos las declinaciones y el hic, haec, hoc. Pero a mi, que no distinguía un sujeto de un predicado en español, lo del latín me sonaba a pestiño arcaico sin ningún sentido.
He lamentado muchas veces mi falta de esfuerzo y de inteligencia y, ahora que casi todo el mundo lo ha olvidado, me acuerdo cada vez más del latín. Cuando viajo, que no es mucho porque tampoco me entusiasma, y oigo otras lenguas voy encontrando la misma raíz lingüística en muchas palabras y eso me fascina. Pienso en un mar en el que las olas van de un lado a otro como las lenguas modernas pero con un fondo tranquilo y común que es el latín. Evidentemente estoy hablando de idiomas europeos.
No voy a dármelas de especial. Como todo el mundo, cuando voy por ahí, chapurreo un poco de inglés para hacerme entender. Pero es una pena pensar que un francés, pongamos por ejemplo, y yo tengamos que entendernos en una lengua ajena a nuestra base común. En algún sitio nos hemos perdido algo.
Siempre he pensado que el Concilio Vaticano II metió la pata cuando desterró el latín como idioma común de la Iglesia. Perdió lo que el rito tenía de mágico y perdió una enorme base cultural. Esa parte que me apasiona de la Iglesia que es el transmitir la cultura romana desde hace dos mil años se va diluyendo. Y, ojo, curas, que os podéis diluir vosotros mismos si no defendéis lo que os ha hecho perdurar. De verdad, el día en que la Iglesia vuelva al latín, a pesar de mi ineficacia en cuestiones de fe, me hago católico.
Pienso que si esta sociedad fuera un poquito menos ñoña, ya sé que esto es mucho pedir, intentaría volver a sus orígenes en lo del idioma. Si en todos los colegios de Europa se estudiara latín, quizá nos podríamos entender en una lengua mucho más cercana que el dichoso inglés. ¿Colegios bilingües español-latín? Pues mire, sí. Y no se trataría del latín clásico sino de un latín modernizado en el que habría que poner numerosas entradas modernas como... video, audio o bonobús. Se imaginan una Europa en la que un estudiante pudiera viajar a cualquier universidad y entenderse en un idioma común. Pues eso es lo que teníamos hace dos siglos y lo hemos perdido.
Soy consciente de que nadie me va a hacer caso, ni siquiera los latinistas, pero seguiré defendiendo esta idea. Lo único que me deja atribulado es que no sé decir cerveza en latín.

PD.- Cervisia.

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