lunes, 25 de abril de 2011

Bicicletas

Una bicicleta es un artefacto maravilloso si la cuesta es hacia abajo y endemoniado cuando la cuesta tira para arriba. Vencer la fuerza de la gravedad a base de dar pedales me parece más digno de los horrores del Tártaro que de un deporte. Llevo tiempo pensando en la manera de aprovechar la gravedad para subir las cuestas. Igual que un velero puede navegar con cierto ángulo en contra del viento, lo que llaman ceñida, tiene que haber una manera de subir cuestas aprovechando la tendencia a ir hacia abajo. No he dado con el sistema, pero cuando lo encuentre se lo venderé a alguna multinacional para que lo esconda durante años y así se sigan vendiendo motocicletas.
El caso es que a uno de mis hijos se le ha roto el eje del pedal. Las bicis de hoy en día no hacen más que romperse. Es verdad que tienen un montón de cambios para que el esfuerzo sea menor pero qué mal funcionan. No ganas para reparaciones.
Mi primera bici... mi primera bici no era mía. Era de mi hermano. Se trataba de una pequeña bicicleta de color gris. Por supuesto, no tenía cambios y los frenos... tampoco tenía frenos porque estaban ancestralmente rotos. Para frenar se metía el pie entre el cuadro y la rueda trasera. La fricción de la suela del zapato con la rueda era el sistema de frenado. A veces funcionaba. El caso es que aquella bici, quitando la nimiedad de los frenos, nunca se rompía. Podíamos montar en ella cuatro chicos a la vez sin que pasara nada. Uno en el sillín, otro en la barra, el tercero de pie sobre las palomillas de la rueda trasera y el cuarto sentado sobre el manillar. Los batacazos eran considerables pero la bici seguía como nueva.
Es verdad que nos pasábamos buena parte del día con la cajita de Sami arreglando pinchazos. Las cámaras eran todo un muestrario de parches. Ahora, en cuanto se pincha una rueda, se pone una cámara nueva. Y es que se está perdiendo el concepto de reparar las cosas para que sigan funcionando. En cuanto algo se rompe se cambia por uno nuevo.
Espero que esta tendencia de tirar lo viejo y cambiarlo por algo nuevo no llegue hasta las personas. Será porque yo ando siempre con reparaciones y no me hace gracia que me cambien por otro en buen estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario