domingo, 1 de mayo de 2011

Santo

Hoy están proclamando a Juan Pablo II santo, beato para ser exactos. El beato es el paso previo para ser santo según el protocolo eclesiástico. Me pregunto por el significado de santo. Pienso sobre el significado de esta palabra y busco en el diccionario. Hay diecinueve entradas para esta acepción. Y ninguna me cuadra. Perfecto, libre de toda culpa; que merece culto...
No creo que el papa Wojtyla, Juan Pablo II, fuera perfecto ni libre de toda culpa. Si creo que dio un giro al mundo ya que gracias a su intervención cayó el muro que dividía Europa. Derribar muros siempre es digno de alabanza. Esto hay que agradecérselo. Que tenía una fuerza personal envidiable, un carisma que arrastró a millones de personas, está fuera de toda duda. ¿Es esto un santo? Puede que sí. Lo de los milagros queda para el terreno de la fe y aquí no me dejan entrar.
Puede pensarse que estoy en contra de la santidad de Juan Pablo II. Pues no. No estoy en contra porque muchos lo necesitan. Necesitan, quizá necesitamos, modelos vitales. Se puede estar en desacuerdo con muchas de las cosas que este papa hizo. Pero el modelo como persona es evidente.
El catolicismo tiene un santo más, un beato. Felicidades a todos los creyentes. Personalmente tengo otros modelos que no fueron santos ni lo serán nunca pero que aportaron al género humano dones importantes.
Disculpen sin en vez de leer vidas de santos abro Platero y yo por cualquier página.

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