viernes, 6 de mayo de 2011

Pérez-Reverte... ¿plagiando?

La verdad es que pensaba escribir sobre lo de Bildu. La sentencia del Constitucional y todo eso. Pero he cometido el error de mirar la prensa y he visto que condenan a Pérez-Reverte por "plagiar" un guion de cine. No me queda más remedio que hablar de don Arturo. Creo que se lo debo.
A Pérez-Reverte le debo los buenos ratos leyendo las andanzas del capitán Alatriste, la nostalgia infinita de la Piel del Tambor, la honradez profunda del Maestro de Esgrima, la desesperación en Cabo de Trafalgar, el retrato crudo del carácter español en la Sombra del Águila o ese otro retrato distinto y coincidente, a la vez, que habla del pueblo de Madrid levantándose contra las tropas de Napoleón. Saben, me entró un orgullo tremendo cuando leí mi apellido entre los héroes del 2 de Mayo. Buenos ratos con los artículos, unas veces crudos, otras en clave de humor, siempre ácidos.
Si Pérez-Reverte ha plagiado nunca lo voy a comprobar. Porque lo que no pienso hacer es ver la peliculita de González-Vigil, el supuesto plagiado. Una película tan interesante que no tenía ni idea de que existiera. Debió de ser un gran éxito.
Por otra parte, no me entra en la cabeza que el señor Pérez-Reverte necesite plagiar nada. Si el único problema que puede tener es el exceso de abundancia de ideas. Claro que lo mismo un día dicen que plagia a Quevedo porque salen sus versos por boca de Íñigo Balboa.
Ya sé que estas cosas fastidian. Que le sacan a uno del hecho literario. Pero, don Arturo, siga escribiendo aunque sea frente a una jarrilla de tinto, rodeado de malencarados, como haría don Francisco de Quevedo, y si le molestan demasiado... no queda más que batirse.

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