domingo, 19 de junio de 2011

Para los que tienen el mal vicio de leer

Verán ustedes que he abierto una página. Está a la derecha de la pantalla. En ella irá apareciendo el desarrollo de la compleja historia del misterio de las mercerías. Entiendo que resulta bastante incómodo ir leyendo marcha atrás los distintos artículos. Por eso tienen la página, para poder leer la historia todo seguido.
Puede que termine la historia y puede que no. Todo depende de mi capacidad para relatar los hechos que van aconteciendo y, sobre todo, depende de si soy capaz de sobrevivir a la conspiración que se esconde tras las cajas de lencería fina.
Los días que no escriba nada nuevo será porque estoy tocando el violonchelo en cualquier calle adecuada. En el caso de que me vean les ruego que no me echen calderilla, que luego pesa muchísimo. Los billetes son más adecuados. También se admiten tarjetas de crédito y piruletas.
Pero, por favor, recuerden: En vez de estar leyendo, cosa que no le va a reportar nada bueno, podría estar viendo cualquier programa de cotilleo en la televisión.

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