jueves, 31 de marzo de 2011

El futuro de subjuntivo

Hoy hemos tenido una reunión en el Instituto del pueblo. Todos los años nos reunimos los "encargados", decir responsables me suena muy pomposo,  de la materia de Lengua de cada colegio de la zona con el jefe del Departamento de Lengua del Instituto. Entre otras cosas, ha surgido la cuestión de cual es el momento idóneo para que los alumnos aprendan de memoria un verbo.
Tras distintas intervenciones en las que ha habido posiciones contrarias a que los chicos aprendan los verbos, he intervenido diciendo que cuanto antes mejor. Pero se les olvida, se me ha corregido. Claro que se les olvida. Ahí está el truco. En aprender y en olvidar, para volver a aprender. Es un proceso que si no se abandona termina por fijar en la memoria lo que se está aprendiendo. Decían, o siguen diciendo, los jesuitas que hay que olvidar siete veces para aprender algo. Supongo que lo del siete no deja de ser un número más o menos esotérico y no tiene por qué ser una constante. Habrá chicos que con dos o tres procesos de aprendizaje-olvido tengan suficiente y otros necesitarán muchos más de siete.
Pues he intentado explicar esto pero creo que no se me ha entendido en absoluto. Probablemente me habré expresado mal o sin la suficiente vehemencia. Sin embargo, el asunto sigue estando ahí. Cuanto antes empecemos a aprender algo, antes se irán consolidando los canales neuronales para terminar fijando un proceso cognitivo determinado.
Y al final, totalmente desolado por mi carencia comunicativa, he escuchado que es una tontería que los chicos aprendan el futuro de subjuntivo. ¡El futuro de subjuntivo! ¡Mi preferido! No se puede ser maestro si no se tiene un profundo respeto por este tiempo verbal...
... y ay de aquel que lo olvidare.

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