martes, 22 de marzo de 2011

La pérdida del rito

El otro día estuve viendo la película "el rito". Anthony Hopkins impresionante, como siempre, aún mejor si cabe. Pero no es el comentario de la película lo que me interesa sino el tema que trata, es decir, el rito. La Iglesia ha sido y es una mantenedora de ritos. Gracias a ellos ha perdurado en el tiempo. Es la única institución que desde hace dos mil años se mantiene sin grandes variaciones. Y más que adaptarse a la sociedad, ha conseguido que la  sociedad se adapte a ella y siga, en medida considerable, sus directrices. A la Iglesia se le pueden criticar muchas cosas pero entre ellas no está la falta de inteligencia y la capacidad de perdurar a lo largo de la historia.
La sociedad española actual, que se autodenomina laica, ha abandonado en un alto porcentaje y de una manera bastante artificial las tradiciones que venían determinadas por la Iglesia. Y sin embargo, a pesar de la ausencia de creencia, los ritos siguen manteniéndose como si fuesen piedras angulares de la dinámica social. Las bodas, las comuniones, bautizos y entierros siguen celebrándose como se ha hecho siempre. Y cuando se desechan se reemplazan por ritos más o menos laicos pero siempre copias de los antiguos. Bodas en juzgados con flores, con vestidos de novia; comuniones laicas, que es vestir a la niña de largo y hacer una fiesta; cumpleaños que parecen comuniones. Parece que si no mantenemos ritos nos quedamos vacíos.
Ayer, propuse a mis compañeros que podíamos establecer un rito en el colegio. Algo parecido al paso de la toga praetesta a la toga virilis que hacían los romanos, cuando el niño dejaba de ser niño para pasar a ser hombre. Claro, me miraron pensando que estaba alucinando. Todo venía por el problema que tenemos con la  falta de autonomía de los alumnos. Y es que si a los alumnos los tratamos como a niños pequeños seguirán siendo niños pequeños. ¡Anda, que no es cómodo! Por esto, quizá no estuviese mal que en un momento determinado digamos al niño: "Vale, sigues siendo niño... pero menos". Y de paso que se lo decimos a los niños, también se lo decimos a los padres.
Nada mejor que establecer un rito para conseguir cambios en las conductas. El rito no es más que un proceder que todos conocen y, por lo tanto, saben cómo actuar y a nuestros alumnos no les vendría nada mal, de vez en cuando, saber cómo comportarse.

1 comentario:

  1. Jesús, pienso que tienes toda la razón: tratamos a los niños como si fuesen más pequeños de lo que son en realidad. Hace unos años ocurría todo lo contrario en seguida llegaba la responsabilidad al niño mayor de cuidar al pequeño, de ir a trabajar al campo...
    Estos saltos tan bruscos en la sociedad no suelen traer nada positivo.
    Besos y sigue amenizando el blog con tus citas que tanto nos gustan.

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