miércoles, 20 de julio de 2011

Vacaciones

Voy a dar vacaciones a Ildefonso, Paula, Manolo, Colleja y Dorita. También al mercero y al malvado Bonsai. Desde ahora no se podrán ver en este blog. Tengo mis motivos.
Cuando empecé a escribir la historia de las mercerías no tenía más objetivo que el de escribir una trama obligado por la necesidad de ir dando a los lectores, que sois poquitos, una entrega más o menos diaria. El reto lo he cumplido, creo. Es verdad que la historia no está terminada. Aún le queda mucha tralla a los merceros y a sus enemigos. Pero me ha avisado uno de los lectores de lo siguiente. Si sigo publicando la historia en el blog corro el peligro de que me la fusilen, que me la levanten como le levantaron el sitio para tocar el chelo a Ildefonso Lendínez. Y eso no es lo peor. Lo malo, que ya ha pasado, es que además de quitarte la historia y publicarla, luego te denuncian por haberla publicado tú antes. Hombre, que me quiten la historia no me entusiasma, pero que encima me denuncien por publicar mi propia historia me entusiasma menos.
Volveré a publicar la historia cuando esté terminada, registrada y bendecida por el cura del pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario