domingo, 10 de julio de 2011

Disculpen

Disculpen si no estoy escribiendo muchos articulillos últimamente. Estoy más volcado con el asunto de las mercerías. Es que me tiene intrigado. Porque no sé qué es lo que hay detrás de todo ese entramado y no me queda más remedio que seguir escribiendo sobre ellos para saber qué es lo que pasa.
Me dice mi lector más crítico, o sea yo, que cuándo va a volver Manolo de Las Canarias. Que es un personaje estupendo y que lo he apartado de la novela. Ya sé que es un personaje magnífico pero me da pena sacarlo de su ambiente de músico crápula. En cuanto me lo traiga a Madrid, el pobre va a dejar de tocar el bajo. Otro personaje estupendo es Dorita. Pero, ojo: a Dorita no hay que darle muchas alas porque rápidamente te invade la novela con su charla constante y con su máquina de coser.
Ya saben que la segunda parte de La conspiración de las mercerías, está en la segunda página (a la derecha de la pantalla). He abierto otra página para que no tengan que mover tanto texto cuando quieran leer.
Que disfruten del verano y no se lleven el ordenador a la playa que, además de ser una horterada, se llena de arena.

1 comentario:

  1. Pues yo creo que Dorita tiene que crecer en la novela. Todavía no la hemos oído hablar mas que para decir que el Ilde se tenía que casar. Pero que sabemos de sus inquietudes y sentimientos. Su verborrea puede ser de alta magnitud,incluso puede convertirse en la voz del pueblo. La Spanish Revolution podría aparecer en sus comentarios. ¿Y no podría ayudar en la resolución del caso?¿Y los sentimientos de Ilde no podrían ir dando un giro posibilista? Y yo me pregunto: ¿Que pasaría si nos cargamos al abogaducho y Lilí reconsidera la situación? Imagínate las tres compitiendo por los saneados ingresos de Ilde. Porque eso si, Ilde tiene que terminar en un gran yate (a vela) rumbo al Caribe para dar un concierto de chelo con un grupo cubano-jamaicano.
    Vamos, que es una idea......

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