lunes, 18 de julio de 2011

Pues no había caído

Resulta que yo creía que lo que estaba escribiendo sobre La conspiración de las mercerías era todo un sinsentido. Un producto bastante surrealista de la imaginación. Y a medida que voy enterándome de lo que sucede en la historia, voy haciendo descubrimientos que no son tan surrealistas.
Hoy mismo, mientras tenía a Ildefonso Lendínez postrado en el sillón del dentista, ya saben que el malvado Bonsai le arrancó un diente, el tío se ha puesto a pensar. Y ha descubierto que hay una conexión irrefutable entre las mercerías y la difusión de noticias. Esta conexión viene de la Edad Media. Los buhoneros, que eran los merceros de la época, recorrían Europa, cada uno la zona que le tocase, difundiendo noticias al tiempo que vendían cintas de colores. Ahora caigo en que con frecuencia estos buhoneros eran también cirujanos, es decir, sacamuelas. Así que no me extraña que a Ilde se le haya ocurrido la idea mientras estaba en el sillón del dentista.
Supongo que, después de esta explicación, se habrán convencido ustedes de que la historia tiene una profundidad absoluta. Y si no es así, estarán de acuerdo conmigo en que imaginar es gratis y, a veces, nos hace pasar buenos ratos.

2 comentarios:

  1. Yo te aconsejaría que la registrases, o te la van a pillar. Para de publicar, termínala y regístrala, porque si no la vas a perder y te acusarán de plagio por publicarla en un blog. Y el que avisa no es traidor.

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  2. ¡Ah! Y la foto que le tienes prometida al Polifemo primero se publica. Que digo yo que las estampitas quedan muy bien en los libros.

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