martes, 5 de julio de 2011

Aunque no se lo crean

Aunque no se lo crean, soy maestro y todavía estoy trabajando. O sea, que eso de los dos meses de verano no es tan así. Hay que terminar de cerrar el curso. Documentación y todo eso. Es verdad que los maestros ya se han despedido y que por el centro sólo paramos los dos más pringados y el conserje.
He tirado kilos de papel. Nada de reciclar. Papel con información de alumnos o de profesores. Hay que destruirlo en la máquina comepapel. ¿Se imaginan que se encuentran en el cubo de la basura el informe de su hijo contando la pintada que hizo en los servicios del colegio? Por eso hay que destruirlo todo.
Por otro lado, sigo con la historia de La conspiración de las mercerías. Ildefonso ha liberado a Lilí en una calleja del Trastévere en Roma, pero no vuelve a España con ella. Ni con ella ni con Paula. Esta última ha desaparecido de repente como es su costumbre. Lilí se ha ido con el abogado antitabaco. Cosa que no extraña nada a Ildefonso.
No se pierdan las últimas entregas de La conspiración de las mercerías.

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