lunes, 15 de agosto de 2011

Qué malo es el verano

Admito que las vacaciones son necesarias. Ahora se dice que hay recargar las pilas. Yo pienso que más bien se trata de lo contrario. De vaciar todo el exceso de energía negativa que vamos acumulando a lo largo del año. Pero, aparte de esto, el verano es como un mazo que nos golpea y nos deja espanzurrados en una playa, en una tumbona o en el sofá de casa. Y dejamos pasar las horas a lo tonto. No me explico por qué esperamos con ansiedad un momento tan lamentable durante el resto del año.
No he estado apoltronado en una tumbona... quizá un poco. El caso es que no he sacado ninguna reseña en el blog desde hace tiempo. Tampoco creo que haya durante esta época estival muchos lectores desesperados esperando a que yo escriba algo.
He terminado la novela La conspiración de las mercerías. Cuando la publique va a ser todo un éxito editorial. Seguro que se venden dos o tres ejemplares... a la familia. No la saco en el blog porque todavía la tengo sin registrar.
Disfrutad del no hacer nada mientras dura este verano.

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